¿Sabrías cómo identificar rápidamente un producto saludable del que no lo es? Cuando vamos al supermercado, nos encontramos con cientos de opciones: tanto saludables como ultraprocesadas y, a veces, no es fácil saber cuándo un producto está indicado como sano. La nutricionista Lucía Muñoz nos da algunas claves a tener en cuenta a la hora de elegir los mejores productos para nuestro consumo.

¿En qué tenemos que fijarnos?

«Por un lado, si el alimento no tiene que tener etiqueta, posiblemente esté dentro de un marco saludable. Si tiene etiqueta, habría que poner especial atención a los productos ‘bajos en…’, light o zero», explica Lucía.

Asimismo, en las etiquetas debemos de prestar atención a dos cosas: ingredientes y valor nutricional. «Los ingredientes aparecen en orden de mayor a menor cantidad en la que se encuentran en el producto. Los principales indicativos de opción ‘poco saludable’ son: número elevado de ingredientes (cinco o más), nombres de ingredientes poco familiares y que no se utilizan en las preparaciones culinarias, como grasa vegetal hidrogenada, aceites interesterificados y jarabe de fructosa», prosigue la nutricionista.

Un detalle fundamental es que en el listado de ingredientes «aparezca el porcentaje de estos; de esta forma, si compramos, por ejemplo, guacamole, sabremos si lleva un 47% de aguacate o un 97%. Creo que lo justo es saber exactamente lo que estás comprando».

¿Qué hay que evitar?

A la hora de profundizar en los ingredientes de los productos que compramos, es prioritario tener en cuenta la calidad de las grasas en lugar de la cantidad. «Con respecto a éstas, es más importante la calidad (origen de la grasa) que la cantidad. Evita las grasas refinadas e hidrogenadas», explica Lucía. Con respecto al número de calorías: hay que dejar de contarlas; «es muchísimo más importante conocer de dónde vienen, y si los ingredientes que las contienen nos aportan nutrientes o están vacías», continúa.

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