Artículo de Lucía Muñoz, nutricionista de Sano Vega de Acá.

Acabamos del verano con los excesos acuestas y nos adentramos en los meses de octubre y noviembre pensando en remediar los daños del verano pero … ¡¡cuidado!! ¡¡Viene la Navidad!!

¿Qué podemos hacer?

La respuesta es sencilla: querernos todo el año y, para ello, tener siempre el modo ‘cuidarnos’ activo. Pero, a veces, no es tan fácil y parece que las fechas que se acercan no nos lo ponen nada fácil.

Cenas con amigos, cena de empresa, noche de fiesta, Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Día de Reyes … Comidas y comidas, restos y más restos. ¿Qué podemos hacer si parece que todo se concentra en esta época como si se acabara el mundo?

Lo primero será hacer balance, planificarnos el mes. ¿Cuántas cosas puedo prever que me van a sacar de mi rutina? Y, en segundo lugar, ser selectivos.

Para el resto de días, basta con seguir unas sencillas pautas de alimentación y mantener nuestra práctica de actividad física, que suele verse disminuida y suprimida en estas fechas. ¡Y ahora unos cuantos consejos para una Navidad Sana!

1. Visualizamos el mes, y vemos cuántos eventos tenemos.

2. No todos los eventos son propuestas interesantes, por lo tanto, podemos ser selectivos con los planes.

3. Dentro de nuestros planes, vamos a darles un orden de prioridad para poder excedernos. Intentaremos siempre cuidarnos, pero sabemos que existen determinadas comidas que nos lo ponen más difícil que otras.

4. Vamos a ser selectivos también con los alimentos. Sabemos que si elegimos los de menor densidad calórica y mayor contenido en fibra y nutrientes, picaremos menos. Vamos a dejar los azúcares refinados y los productos excesivamente procesados en un segundo plano.

5. Las verduras han de estar presentes en los platos y acompañamientos, tanto de menús de Navidad como en el resto de los días, aportando una gran cantidad de nutrientes. ¡No por ser Navidad tenemos que dejar de consumirlas! Son nuestro gran aliado, y evitarán el consumo de otros nutrientes menos saludables. Menos calorías no significa menos rico, recuérdalo.

6. Control de las cantidades: Cuidado con la dinámica que tomamos en estas comidas especiales. Ya sabemos que nos exponemos a una gran variedad de platos en la mesa y un clima agradable que nos lleva a no controlar cuánto se come de cada uno.

Consejo: visualiza la mesa antes de comer, selecciona lo que más te gusta y escoge un poquito de todo eso. Cuando lo acabes vuelves a pensarlo, pero con sentido común.
Recuerda que mañana seguirás comiendo, ¡y posiblemente los restos de hoy!

Comer despacio es algo que siempre decimos y sabemos, pero la realidad es que si no lo pensamos no caeremos en la cuenta: disfruta la comida no la engullas.

7. No faltes a tu entrenamiento:  Si hay un momento para no fallar es en esta época, en la cuál te lo debes, no puedes echar a perder todo tu esfuerzo. Si entrenabas 3 días a la semana, auméntalos a 4-5, vamos a mimarnos y cuidarnos por dentro y por fuera. Los excesos no deben influir negativamente en nuestra rutina, mantengámonos activos.

8. Compras calóricas: Retrasa en la medida de lo posible la compra de aquellos alimentos que nos llevan al picoteo como los dulces o productos salados. Si no los tenemos en casa hasta que no los vayamos a utilizar, posiblemente nos permitan continuar con nuestro objetivo de vida saludable.

9. Evita tentaciones: Recuerda que es una época en la que aparecen numerosas ofertas de alimentos que no tomas el resto del año; no los compres todos, no los necesitas.

Consejo: Revisa las etiquetas de los alimentos, te ayudarán a seleccionar mucho mejor.

10. Estrés y apetito: El estrés excesivo puede llevar a un aumento del apetito y, por consecuencia, al consumo de alimentos azucarados y grasos. El alcohol es otro elemento que puede exacerbar esta situación de estrés.

A fin de cuentas, de lo que se trata es de ser conscientes y tomar las riendas de nuestra salud, sea la época del año que sea. Todo es consecuencia de conductas y habilidades adquiridas: rompamos los moldes, disfrutemos de la vida, de la familia y amigos, pero no dejemos nuestra vida saludable de lado. Nutrición y actividad física deben formar parte de nuestra rutina navideña.

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