Jesús Gutiérrez Barba tenía una meta muy clara cuando llegó a Sano Puente Genil: quería entrar en las Fuerzas Armadas, en concreto, en el Ejército del Aire y necesitaba normalizar algunos valores como el IMC y la masa grasa para lograrlo.

Comienza en 2017 su andadura en las instalaciones de Sano Puente Genil, aunque pasan unos meses (febrero-marzo de 2018) hasta que empieza a plantearse un plan para alcanzar sus objetivos. Jesús llegó al centro con los siguientes valores: un IMC – Índice de masa corporal- de 36,8, 115,3 kg de peso y 34,2% de masa grasa,  “Valores que debe normalizar para poder conseguir su objetivo, ya que en el Ejército le exigen tener  un IMC inferior a 29.  Su temor estaba centrado en el reconocimiento médico y en las pruebas físicas”, asegura su entrenador personal, Jaime Martín.

Comienza el proceso

El primer paso fue un estudio de la composición corporal que, en este caso, “fue llevada a cabo por Nutrifarma Veracruz, empresa amiga que le llevó el control y las dietas durante este periodo. Una vez estudiada la composición corporal, analizamos el NEAT o factor de actividad de Jesús, y vimos que era bajo”, explica el técnico del centro Sano Puente Genil.

A raíz de esto,  Jesús se compromete a ir 3 días a entrenar en grupo reducido y 1 día en semana personalmente con Jaime para preparar más específicamente las pruebas de acceso a las Fuerzas Armadas, además de aumentar su actividad diaria para conseguir llevar una vida más activa.

“Una vez visto esto, se hace una valoración inicial, donde realizamos los mismos test que se le exigen para entrar”, detalla el entrenador. Las pruebas físicas y sus marcas mínimas eran: Salto de longitud, para hombres: entre 145 cm y 187 cm; abdominales, para hombres: entre 15 y 27; flexo-extensiones de brazos, para hombres: entre 5 y 10; carrera de ida y vuelta (sobre distancia de 20 metros siguiendo velocidad marcada), para hombres: entre 5 y 6,5 periodos. Todo esto en función del nivel al que quería aspirar.  Durante el transcurso de estas pruebas “vimos cómo había limitaciones, por lo que empezamos a evaluar y analizar más datos. Valoramos la movilidad de todas las articulaciones, la técnica de los diferentes patrones de movimiento  y sus alteraciones, realizamos test de fuerza de tren superior, test de salto horizontal y vertical, test de asimetría…  Todas esas limitaciones causadas principalmente por la inactividad física y peso excesivo”, aclara Jaime Martín.

Plan de entrenamiento

El programa de entrenamiento que se diseñó para Jesús incluía tres días en semana de entrenamiento de Alta Intensidad en grupo reducido –Group by Sano– con el objetivo de consumir el mayor número de calorías, para así mediante el ejercicio y la dieta, tener un balance energético negativo, es decir, que el gasto calórico fuese mayor que la ingesta de energía, y así conseguir la bajada de peso.

A esto se le añadió un entrenamiento One to One con Jaime, su entrenador, que estaba orientado a la preparación específica de las pruebas a superar. “En estas sesiones combinábamos días de trabajo de fuerza, técnica de carrera y carrera. Cada 4-6 semanas realizábamos las mismas pruebas para valorar el progreso”, apunta el trainer de Sano Puente Genil; “durante todo este proceso, Jesús ha mostrado una actitud luchadora, siempre con el objetivo claro, con muchísimas ganas de conseguirlo, cueste lo que le cueste.  Todo un ejemplo de superación y ganas.  A pesar de todos los obstáculos, altibajos emocionales, comentarios negativos durante el proceso, Jesús no ha parado hasta ver cumplidos sus sueños”, continúa Jaime, notablemente orgulloso de los progresos del usuario en el centro de entrenamiento.

Resultados

Los resultados obtenidos por el usuario son más que positivos: Jesús acaba el programa con un IMC de 28,76 (8,04 puntos de diferencia con el inicio); un peso de 90,1 (25,3 kg diferencia) y con un porcentaje graso de 23,6% (10,6 % menos que al comienzo).  Con respecto a las pruebas, “en el último ensayo que realizó en Sano Puente Genil consiguió superar todas las pruebas superadas con creces”, afirma Jaime.

La historia no pudo tener mejor final: el 21 de septiembre de  2018 Jesús hizo su reconocimiento médico y sus pruebas físicas en muy buenas condiciones, obteniendo un APTO para su ingreso en las Fuerzas Armadas Españolas. Realizó la instrucción en la Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo (ETESDA), en la Base Aérea de Zaragoza, y en enero de 2019 juró bandera allí mismo. Actualmente, se encuentra realizando la formación específica de Mantenimiento de vehículos en el Escuadrón de Enseñanza de Automoción (EEAUTO) del ejército del aire en el Acuartelamiento Aéreo de Getafe (ACAR Getafe), esperando incorporarse a su destino, en el Ala 11 de Morón de la Frontera (Sevilla).

“Sin duda, la clave del éxito de Jesús fue su constancia y su deseo de cumplir su sueño. Con ello y un gran equipo de profesionales de ambos ámbitos, conseguimos alcanzar la meta”, nos cuentan desde el centro de entrenamiento personalizado y grupos reducidos de Puente Genil.

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