Se acaba el verano y con él, sus chiringuitos, tardes de playa, helados, cervezas y siestas interminables. Septiembre se acerca acechante con la temida vuelta a la rutina, los nuevos proyectos y, cómo no, los propósitos. Uno de los más escuchados en esta época del año es el famoso: “A partir de este mes voy a hacer deporte y a comer mejor. En septiembre comienzo a entrenar”. Pero… ¿cuántas veces se mantienen y se consiguen esos objetivos que se plantearon?

Te dejamos a continuación algunos tips para que tu motivación no desaparezca a los pocos días de empezar y que, por fin, logres esos objetivos que llevan rondando tanto tiempo en tu cabeza pero no consigues alcanzar.

1. Analiza las excusas que te has puesto hasta ahora para no hacer ejercicio, no mantener una rutina o simplemente no empezar a mejorar tu estilo de vida. ¿Crees que son más fuertes que tú? Demuéstrate a ti mismo que no, es tu momento.
2. ¿Qué mejoras o cambios quieres ver en tu cuerpo y mente? Enuméralos en tu mente, plásmalos en papel, recuérdalos a diario y motívate con ellos. Nada es imposible y, te aseguramos, que eso que desea tu cabeza y ve tan lejano está más cerca de lo que piensas, solo tienes que trabajar por ello.
3. No empieces con la energía al 200% porque a los 3 días la tendrás a 0. Todo es progresivo. Nuestro cuerpo necesita un periodo de adaptación y más si llevas mucho tiempo sin hacer ejercicio físico. Poco a poco y aumentando el nivel día a día es como se consiguen resultados reales y duraderos.
4. Y hablando de resultados: llegan más rápido de lo que crees. No esperes milagros, no existen. Pero, si pequeños cambios que te irán motivando a seguir. Si eres constante y combinas el ejercicio con una dieta saludable, tu cuerpo lo notará más rápidamente. No tires la toalla si en un par de semanas no has conseguido el objetivo que te planteaste, piensa en los pequeños logros que ya has conseguido y sigue esforzándote.
5. Busca un compañero. Compartir objetivos y horarios de entrenamiento con un amigo/a te hará motivarte mucho más.  ¿Quién crees que puede ser tu mejor compañer@ de batalla?
6. ¡Únete al Sano team! Si nunca has entrenado o hace mucho tiempo que no lo haces, debes tener precauciones. No todos los ejercicios se adaptan a tus necesidades y capacidades. Por eso, te recomendamos un profesional que evalúe tu estado físico, escuche tus objetivos, realice un plan de entrenamiento personalizado exclusivamente para ti y te motive diariamente.

Y para los que ya entrenabais pero habéis hecho un parón en verano…

1. Recuerda lo que te costó empezar con tu rutina de ejercicio y lo que trabajaste en ella antes del verano, ¿crees que se merece que la abandones? Ya has tenido tu momento de descanso y de recuperar fuerzas para el nuevo curso. Tu cuerpo y mente necesitan que vuelvas a tu vida activa.
2. Los cambios y mejoras en tu cuerpo han sido visibles y estamos seguros de que mucha gente te ha felicitado por tus logros y tu buena forma física. La seguridad en ti mismo y tu bienestar han aumentado con respecto a otros veranos. ¿Quieres sentir lo mismo o mejorado el verano que viene? Pues fuera pereza y depresión post-vacacional y ¡a volver a entrenar!
3. Plantéate nuevos objetivos. Tu cuerpo y mente no son los mismos desde que empezaste a entrenar, por lo tanto las metas que te planteaste al principio es muy probable que ya las hayas superado. Aprovecha el inicio de este nuevo curso para plantearte objetivos más ambiciosos que sigan sacando la mejor versión de ti mismo.
4. No te alarmes si tu resistencia o estado físico no es el mismo que cuando dejaste de entrenar. La inactividad hace estragos en el cuerpo muy rápidamente, ¡pero tranquilo! Tu cuerpo tiene memoria y solo necesitará un par de semanas para volver a estar al 100%.

¿Te hace falta algo más? Solo necesitas actitud y tu centro Sano más cercano. Haremos que tu vuelta a la rutina no se haga tan cuesta arriba. Nos sobra energía y motivación para darte.