Hoy nos llega desde Sano Galapagar un nuevo caso de éxito. Os contamos la historia de Mario, 16 años y jugador a nivel junior de baloncesto desde hace ocho años.
Mario llegó al centro, según nos cuentan sus entrenadores, hecho un mar de dudas. Sus extraños dolores en gemelos, cuádriceps y bíceps le provocaron abandonar sus entrenamientos y la competición a mitad de temporada. Ni médicos ni fisios habían sabido darle una solución a estas molestias, por lo que decidió acudir a Sano Galapagar.
Diagnóstico y plan de entrenamiento
Una vez en el centro, el primer paso fue mantener el contacto con su médico y fisio y llegar a una conclusión conjunta basada en el criterio e informes de ambos profesionales. Finalmente, desde Sano Galapagar llegaron a la conclusión de que Mario podría tener las tibias desplazadas y un posible quiste de Backer.
El objetivo principal que los entrenadores se plantearon con Mario era el fortalecimiento de sus cuádriceps de manera estática y dinámica de baja carga e ir aumentando progresivamente, lo que le permitiría compensar ese desplazamiento tibial. Y, sin dejar de lado su deporte, ir introduciendo ejercicios más específicos que se adaptaran al baloncesto.
Tras el planteamiento de los objetivos, ¿Cuál iba a ser el plan de entrenamiento de Mario? Sus sesiones se dividen en 3 bloques: calentamiento y movilidad general, trabajo a nivel articular y, por último, un trabajo más específico de musculación tanto estático como dinámico. Lo más importante es que aprenda a moverse y muscular de forma correcta.
A pesar de los miedos y tensiones que aún le provocan estas sobrecargas, la actitud de Mario es excepcional. Siempre con ganas de aprender, mejorar y dar el 100% en cada uno de sus entrenamientos.
Resultados
Tras meses de esfuerzo y constancia, Mario ha ganado en masa muscular y mejora en la movilidad de las articulaciones. Además, gracias al trabajo de fisioterapia y los estiramientos específicos ha conseguido que las sobrecargas desaparezcan tanto a nivel articular como muscular.
Mario nos cuenta que el trabajo físico ha sido clave para superar su lesión, pero que lo que realmente le ha ayudado ha sido el trabajo psicológico. El aumento de la confianza en sí mismo, la pérdida de miedo a la hora de realizar saltos o movimientos y, en general, su óptima salud mental.
“Sano ha conseguido que vuelva a sentirme bien física y mentalmente para volver al deporte que amo, el baloncesto”
Si como Mario tienes una lesión que te impide llevar una vida normal o seguir practicando ese deporte que te encanta, ¡no te hundas! Ponte en manos de profesionales que vuelquen en ti toda su atención para dar solución a ese problema.
Deja una respuesta