Pasar de 126 a 76 kilos no es una tarea fácil pero tampoco imposible. Hacen falta ganas, voluntad, esfuerzo, mucha constancia y una gran sonrisa, como la que tiene siempre en su rostro la protagonista de este post. Esta es la historia de Marisa Adán, una ubetense de 47 años que decidió mejorar su salud y cambiar su estilo de vida hace dos meses. Llegó a Sano Center por recomendación de una amiga que entrena en el centro con un objetivo muy claro: perder peso y mejorar parámetros corporales para poder gozar de una vida más saludable.
Con 1.65 cm de altura, Marisa llegó a pesar 126 kilos. Siempre fue una mujer delgada pero tras dos embarazos el cuerpo le cambió radicalmente. «Me costaba respirar, me ahogaba y las rodillas me dolían.» Ha vivido casi veinte años con esta situación marcada por la obesidad, una situación límite que afectaba de lleno a su día a día, «no podía hacer una vida normal». No podía subir escaleras, se quedaba encajada en las sillas, no se quitaba la ropa cuando iba a a la playa por vergüenza… «Soy una persona alegre y positiva pero la situación a la que llegué me superó. Estaba deprimida y muy limitada para hacer cualquier cosa.»
Un día decidió ponerle solución a su problema y acudió a varios especialistas en Nutrición para que le ayudasen a bajar de peso. Tras varios años de dieta y seguimiento, Marisa consiguió perder 26 kilos. Pero sólo cambio sus hábitos de alimentación y no hizo nada de ejercicio físico durante el proceso, por lo que su cuerpo se habituó a la dieta y no perdió ni un gramo más. Se quedó en 100 kilos. Era el momento de cambiar el estilo de vida completamente.
Gracias a una amiga, nuestra protagonista conoció Sano y desde hace dos meses entrena aquí todas las semanas. Ya ha perdido 9 kilos y cada día está más feliz y motivada. «Mi vida ha cambiado desde que estoy en Sano. Me siento y me veo mucho mejor. Me encuentro bastante más ágil y tengo muchas ganas de moverme y de seguir progresando. Tengo la autoestima por las nubes.»
Uno de los pilares fundamentales en los progresos y cambios de Marisa es su entrenador personal, Miguel Castillo. Él está ayudando a que pierda peso de forma inteligente con un plan de entrenamiento específico ajustado a sus necesidades, educándola en hábitos saludables y apoyándola y motivándola en todo momento. «Marisa es una persona llena de energía, dinámica, divertida y, sobre todo con una actitud de superación increíble. Cada día nos sorprende con los entrenamientos que realiza y la superación que demuestra en cada sesión. Desde nuestro punto de vista, tiene la mentalidad y actitud idóneas para conseguir unos objetivos tan ambiciosos.»
El objetivo
El reto que se han planteado Marisa y Miguel es pasar de una talla XL a un talla M. Bajar de 100 kilos con los que llegó al centro de entrenamiento personal a 76 kilos. «Un reto ambicioso y duro pero muy gratificante tanto para ella como para Sano. Sabemos que va a ser un viaje largo pero estamos seguros que lo va a conseguir». A corto plazo, el objetivo principal es crear hábitos saludables e intentar que ella a la vez eduque al entorno en el que convive a diario (marido e hijos principalmente). Han acordado que tiene que andar obligatoriamente más de 15000 pasos junto con el entrenamiento que realiza 2 días en semana en el centro.
A medio plazo (1 mes) bajar entre 1,5kg y 2,5 kg.
A largo plazo (6 meses) intentar bajar a la talla L.
Plan de entrenamiento
«Las sesiones cuentan con un calentamiento que se realiza en bicicleta estática o en vertical training acompañada de movilidad articular, y algún ejercicio especifico que se realiza en la parte principal. La parte principal de la sesión engloba ejercicios coordinativos, ejercicios de fuerza, equilibrio, y por último ejercicios más aeróbicos. Finalmente, realizamos diferentes patrones respiratorios y estiramientos leves.»
Mejorar los niveles de fuerza con cargas bajas y medias.
Aumentar parámetros ventilatorios en zona 3 y 4 de la fc de reserva.
Educar y corregir patrones posturales y respiratorios deficientes.
Concienciar de la obligación que tiene consigo misma de realizar actividad física a diario ya sea en el centro o fuera.
Mejoras y cambios
«Marisa vino con debilidad muscular, especialmente en el tren inferior. Poco a poco está consiguiendo estabilizar las articulaciones cuando realiza patrones básicos de movimiento como sentadilla, zancada o extensión de cadera en diferentes planos, lo que indica que sus niveles de fuerza han mejorado. A nivel respiratorio, aguanta mejor los esfuerzos de tipo interválico y aeróbicos que realizamos. Además, estos parámetros los nota bastante cuando realiza los “deberes” que tiene fuera del centro, su nivel de fatiga ha disminuido y la duración e intensidad de la marcha han aumentado.»
«Un entrenador personal garantiza conseguir los objetivos que te propongas de manera segura y eficiente. Cuando el objetivo es una pérdida de peso tan importante, es de vital importancia controlar una serie de parámetros como por ejemplo la frecuencia cardiaca, RPE, descanso, elección de ejercicios, orden, etc.»
Además del entrenamiento con Miguel dos veces por semana, nuestra protagonista practica Pilates, camina todos los días varios kilómetros, ha cambiado el ascensor por las escalares y va andando al centro de entrenamiento. «Tengo mucha energía y estoy muy motivada. Jamás pensé que podría hacer los ejercicios que me marca Miguel y ahora los supero con éxito cada semana.» Marisa destaca su cambio físico. Después de mucho tiempo viste ropa correspondiente a su edad y se ha animado a ponerse pantalones ajustados para entrenar y caminar por la calle. «Ahora noto los músculos, antes sólo carne flácida.»
Marisa es todo un ejemplo de superación y vitalidad, y una muestra clara de que si se quiere se puede. Porque lo único imposible es aquello que no intentas.
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