¿Sabías que casi la mitad de la población mundial tiene problemas de sueño? El estrés, la alimentación, el consumo excesivo de sustancias estimulantes como la cafeína o la exposición constante a las pantallas de los dispositivos móviles son los principales factores que afectan al descanso. No dormir bien pasa factura. Por ello, es fundamental seguir ciertos hábitos que favorezcan la higiene del sueño y contribuyan a un descanso saludable.
El sueño es uno de los factores más importantes que nos ayudan a afrontar nuestro día a día con mayor claridad y equilibrio. Mientras dormimos se llevan a cabo funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico, como restablecer los almacenes de energía celular o restaurar la homeostasis (o autorregulación) del sistema nervioso central y del resto de los tejidos.
Durante el sueño, nuestro organismo se recupera de las agresiones y consecuencias que se derivan de una patología. Al reposar, nuestro sistema inmunológico no sólo contribuye a reducir el estrés al que nos vemos sometidos en nuestro día a día, sino que disminuye el riesgo de infecciones.
Dormir bien es un pilar fundamental, junto con la alimentación y la actividad física, si quieres seguir un estilo de vida saludable y gozar de bienestar pleno. Y en ello, la higiene del sueño tiene un papel protagonista, pero, ¿sabes realmente en qué consiste?
¿Qué es la higiene del sueño?
La higiene del sueño hace referencia a todos aquellos factores que favorecen la calidad de nuestro descanso: hábitos y actitudes que nos ayudan a dormir mejor. La clave es ser muy consciente del ambiente y cuidar todo aquello que pueda perjudicar o beneficiar nuestro sueño: estilos de vida y su entorno, incluyendo la alimentación, el ejercicio físico, el consumo de sustancias alcohólicas, además de la luz, el ruido y la temperatura.
Ejercicio físico para un sueño saludable
El ejercicio físico tiene múltiples beneficios para el descanso y el sueño. Estimula la secreción de endorfinas y otras sustancias que generan una sensación de bienestar físico y emocional adecuada para el descanso. Sin embargo, debemos tener precaución al practicar ejercicio físico antes de acostarse, puesto que el cortisol segregado nos activa y puede eliminar el sueño.
7 pautas para dormir mejor
- Establece horarios regulares de sueño.
- Evita la cafeína seis horas antes de acostarte (café, té, chocolate y algunos refrescos).
- Evita los alimentos pesados, picantes o azucarados cuatro horas antes de irte a la cama.
- Haz ejercicio físico con regularidad.
- Utilice ropa de cama cómoda y acogedora.
- Ajusta la temperatura para que sea agradable y mantén la habitación bien ventilada.
- Aíslate de los ruidos que causen distracción y elimina la mayor cantidad de luz posible.
Dormir bien es fundamental, proporciona alegría, energía y vitalidad para afrontar el día y hace que nuestro cerebro esté más ágil, conectado y listo para responder. Pon en práctica estos consejos y ten dulces sueños.
Deja una respuesta