Tras realizar un ejercicio físico, nuestro cuerpo tiene la necesidad de recuperar nutrientes e hidratación. Con una correcta y adecuada alimentación, favoreceremos ese descanso y, además, recuperaremos la energía que necesitamos para estar a punto para el próximo entrenamiento.
Después de realizar un ejercicio físico más o menos duro, nuestro cuerpo necesita recargar energía, recuperar la hidratación y relajar sus músculos para poder, en el menor tiempo posible, estar con las pilas cargadas y poder seguir con el entrenamiento previsto. Para esto, lo esencial es tener una buena alimentación que nos haga recuperar los nutrientes en los músculos y la hidratación perdida durante la actividad física, y por supuesto, el descanso, que se consigue por medio del sueño. Estos alimentos que presentamos a continuación, nos ayudarán a conseguir esos nutrientes y que facilitan el tan deseado descanso.
1. Almendras. Este fruto seco contiene magnesio que favorece el sueño y la relajación muscular, y tienen la ventaja añadida de suministrar proteínas que pueden ayudar a mantener un nivel de azúcar en la sangre estable durante el sueño y ayudar a dormir al cambiar de un ciclo marcado por la adrenalina a un ciclo de descanso y digestión.
2. Té. El té verde es recomendable por sus propiedades que promueven la relajación y facilitan el sueño.
3. Plátanos. Todos vemos que los deportistas de élite como los tenistas, están habituados a comer plátanos en el descanso del partido, y es que los plátanos son una excelente fuente de magnesio y potasio, que ayudan a relajar los músculos estresados. También contienen triptófano, que se convierte en serotonina y en melatonina, que en el cerebro son hormonas calmantes esenciales.
4. Lácteos. Todos sabemos la gran cantidad de calcio que aportan los lácteos a nuestro organismo, algo básico para los huesos, pero recientes estudios demuestran que este calcio también es importante en la reducción del estrés y en la estabilización de las células nerviosas, pudiendo así conseguir una mejor relajación.
5. Harina de avena. Su uso más común es en desayunos, aunque también se puede tomar por la noche gracias a sus características suaves, se puede tomar caliente, y contiene gran cantidad de nutrientes como pueden ser calcio, magnesio, fósforo, silicio y potasio.
6. Huevo duro. Tiene un alto valor proteico que nos puede ayudar a equilibrar la cantidad de azúcar en el cuerpo si nos hemos pasado durante la cena.
7. Cerezas. Son un precursor de la melatonina, especialmente las cerezas agrias, lo que hace que un vaso de zumo de cerezas o comernos unas cuantas antes de dormir favorezca el descanso.
8. Cereales. Los cereales contienen gran cantidad de nutrientes que pueden depender del tipo de marca comercial que compremos, pero que también aumentan la disponibilidad de triptófano en la sangre, lo que aumenta los efectos inductores del sueño.
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