Todavía no somos plenamente conscientes de los cambios beneficiosos que el ejercicio provoca en nuestro cerebro, creando nuevas neuronas, disminuyendo la muerte de las mismas y mejorando sus conexiones, lo que se traduce en una mejora de las capacidades psíquicas y cognitivas.

La enfermedad de Parkinson es una patología que afecta al sistema nervioso en el área encargada de coordinar la actividad, el tono muscular y los movimientos. Afecta prácticamente por igual a hombres que a mujeres.

En España se calcula que puede haber cerca de 150.000 personas afectadas por Parkinson. Cada año surgen aproximadamente 20 nuevos casos de enfermos de Parrkinson de cada 100.000 habitantes. A partir de los 65 años de edad, el número de afectados aumenta de tal manera que alcanza el 2% de dicha población.

¿Cuáles son sus síntomas? 

Los síntomas del Parkinson se manifiestan una vez se produce una importante pérdida de las neuronas encargadas de controlar y coordinar los movimientos y el tono muscular. Estos son los más significativos:

• Temblores: Lentos y rítmicos. Predominan estando en reposo y disminuyen al hacer un movimiento voluntario. No necesariamente los presentan todos los pacientes.
• Rigidez muscular: Resistencia a mover las extremidades, hipertonía muscular.
• Bradicinesia: Lentitud de movimientos voluntarios y automáticos. Falta de expresión de la cara. Escritura lenta y pequeña (micrografía). Torpeza manipulativa.
• Anomalías posturales: Inclinación del tronco y la cabeza hacia delante. Codos y rodillas están como encogidos.
• Anomalías al andar: Marcha lenta, arrastrando los pies. A veces se dan pasos rápidos y cortos (festinación), con dificultad para pararse. Episodios de bloqueo (los pies parecen que están pegados al suelo).
• Trastorno del equilibrio: Reflejos alterados, fáciles caídas.

¿Qué beneficios aporta un adecuado ejercicio físico en personas que padezcan la enfermedad de Parkinson? 

El principal objetivo es ayudarle a mejorar la movilidad y favorecer las actividades de la vida diaria, su independencia y su integración en la vida social y familiar, adaptándose a las condiciones y necesidades de cada paciente.  Los aspectos clave en los que debe centrarse de un modo genérico en pacientes de Parkinson son:

– Movilización de las articulaciones
– Ejercicios de equilibrio, propiocepción y coordinación
– Mejora de la fuerza
– Mejora de la postura corporal y de la respiración
– Ejercicios dirigidos a mejorar la marcha
– Trabajo del habla
– Ejercicios dirigidos a mantenerse autónomos en la vida cotidiana

Todos estos puntos clave han de trabajarse con la complicidad de nuestro paciente, para ello, puede resultar muy interesante utilizar una música que encuentren motivadora y que puedan cantar y tararear, pues nos podemos encontrar dificultad en el habla.

La actividad física pretende mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esta enfermedad para que puedan desenvolverse en su día a día de la manera más autónoma posible, utilizando ejercicios dinámicos y motivantes encaminados a luchar contra aquellas «debilidades» que cada paciente pueda tener como consecuencia del Parkinson.

Jorge Ortiz
Director Sano Puente Genil