Después de empezar nuestro programa de actividad física, nuestra cuenta pendiente siempre es mejorar la nutrición y la manera en que comemos. Comer de manera saludable, entre otras cosas seleccionando productos de calidad, puede hacer más eficiente nuestras adaptaciones de cara a la actividad física, pudiendo marcar diferencias significativas. Y qué difícil es esto…
Busquemos calidad y combatamos mitos
La dificultad no se encuentra sólo en las tentaciones que los propios alimentos (si podemos llamarlos como tal) nos provocan y hacen que los consumamos. También porque, aún teniendo buenas intenciones de comer saludable, es muy difícil encontrar comida que podemos catalogar como tal cuando comemos fuera de casa o incluso en los supermercados y en la selección de productos.
Por otra parte, existen gran cantidad de mitos en la nutrición, y muchas veces la sociedad confunde o simplemente no sabe lo que es “comer bien”. ¿Cuántas personas apostarían porque realizar 5 comidas al día es lo correcto? Y como estas, existen muchas más. Qué importante considero la educación en este ámbito, y que poca existe. España sigue siendo el único país europeo que no cuenta con nutricionistas en su sistema público sanitario.
«Nuestro país se encuentra en el pódium (tercer puesto) de aquellos con la tasa de obesidad más alta del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y Gran Bretaña»
En cuanto a tu plan de alimentación…
Si decíamos que un plan de entrenamiento específico siempre debería estar prescrito por un profesional de la actividad física, un plan de alimentación que persiga un fin concreto debería ir también siempre de la mano de un profesional especialista en nutrición y dietética.
Las dietas milagrosas no existen. Y muchas veces la desesperación o las prisas nos hacen acceder a modelos de alimentación que ponen nuestra salud en juego. Cada persona es diferente, y reacciona de una manera ante los estímulos. Lo que también ocurre con los planes de alimentación. Lo que le funcionó a tu vecina, que perdió 12 kilos en un verano, quizá pueda hospitalizarte a ti. Así de crudo. Es muy difícil que una persona de a pie no sepa ya que alimentos (si es que se les puede llamar alimentos) son un desastre nutricional para el organismo.
«Un primer paso sería abandonar el consumo de todos estos productos basura: refrescos o zumos azucarados, bollería industrial o comida rápida»
Recuerda que tu manera de comer también debe ser sostenible en el tiempo. Si una persona es “adicta” a los refrescos de cola y consume 2 litros diarios, quitar rotundamente de su día a día ese estímulo puede resultarle traumático. Por tanto, en este apartado, pensemos también que hay que sumar poco a poco, y que una lata al día quizá sea menos malo que una botella de dos litros. Aplícalo con los demás productos que saben que son prohibidos, consume vegetales en todas tus comidas y aumenta el consumo de proteínas. Así irás por buen camino…
Francisco Izquierdo
Director Técnico de Sano Center
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