Todos los años se repite la misma historia: llega diciembre y tiramos la casa por la ventana, los regalos y las reuniones familiares y de amigos se convierten en el centro de atención. En Navidad se resiente nuestro bolsillo, nuestra salud y nuestra figura. Las comidas copiosas y los platos con alto contenido en grasa y azúcar se repiten en nuestro menú más de lo necesario. Sobrevivir a las comidas de Navidad se convierte en todo un reto, aunque poniendo en práctica algunas recomendaciones podemos salir airosos de los tradicionales festines navideños.
En estas fechas la rutina cambia y abandonamos los hábitos saludables: dejamos de hacer ejercicio físico, comemos y bebemos más de la cuenta y trasnochamos. Los kilos de más, las digestiones pesadas, las subidas de colesterol y de ácido úrico están garantizadas.
No es necesario cambiar el solomillo, las gambas y la bandeja de turrón por una ensalada. La clave está en comer de todo pero siempre con moderación, escoger bien las opciones saludables que te ayuden a equilibrar. Si este año quieres evitar las grandes comilonas para no llevarte un disgusto en enero cuando te subas a las báscula, ahí van cinco consejos prácticos.
5 consejos para sobrevivir a las comidas de Navidad
- Antes de la comida o cena: bebe un vaso de agua 30 minutos antes del evento. Este sencillo gesto te ayudará a reducir el ímpetu inicial y va a hidratar tus órganos internos que trabajarán extra durante la jornada.
- Durante la comida o cena (bebida): si no bebes alcohol intenta evitar las bebidas azucaradas. El agua es siempre la mejor opción. Si prefieres la opción con alcohol, comienza con bebidas suaves e hidratantes. ¿Eres más de vino? ten al mismo tiempo en la mesa una copa de agua y ve alternando ambas bebidas. No te aconsejamos que sacies la sed con vino.
- Durante la comida o cena (comida): siempre es mejor optar por pescados que por carnes, ya que facilitan el proceso de digestión, y a la plancha en vez de con salsas pesadas. Si la elección es carne, mejor de ave que de ternera o de cerdo, especialmente por la noche. En cuanto a la guarnición, te aconsejamos que sustituyas las patatas fritas por verduras. Finaliza la comida con fruta en vez de pasteles y dulces. Una infusión ayudará a tu digestión. Un té o menta poleo, mucho mejor que un café.
- Después de la comida o cena: tras el festín vienen las copas. Lo ideal es elegir bebidas refrescantes e hidratantes para calmar la sed producida por la comida y las charlas. Si no podemos evitar tomar una copa (o varias), te recomendamos que evites los combinados hipercalóricos. Estos dañarán nuestro estómago y los órganos internos.
- Antes de dormir: de nuevo bebe un gran vaso de agua que te ayudará en el proceso de reciclaje de los tóxicos ingeridos durante el día.
Si este año quieres brindar por unas Fiestas sin demasiados excesos ni sustos en la báscula, y sobrevivir a las comidas de Navidad con éxito, pon en práctica nuestros consejos y en enero nos cuentas qué tal ha ido.
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