Carlos Rodríguez llegó a Sano Vigo con un objetivo claro: quería cambiar por completo sus hábitos por unos más saludables, perder peso y mejorar su alimentación.
Tras mucho tiempo de inactividad, comenzó a entrenar en el club muy atraído por “la metodología utilizada de entrenamiento personalizado para pequeños grupos y la filosofía de mejora global de la condición física y mental”, explica Carlos. Aunque el progreso al principio fue más lento, la motivación y ganas del usuario fueron esenciales para seguir trabajando en los objetivos marcados. En una primera etapa, Carlos se centró en asimilar los nuevos cambios en su vida, conseguir establecer una rutina de ejercicio físico regular y mejorar, en la medida de lo posible, su condición física. Los siguientes meses, una vez lograda la adherencia a las sesiones en Sano, Carlos puso el foco en la alimentación, siguiendo una dieta mucho más saludable y que ha sido el complemento perfecto a los entrenamientos en Sano Vigo Centro, que pasaron de ser dos semanales a tres.
“Además de perder bastantes kilos, desde mi comienzo en Sano hace 6 meses he notado una mejora global de mi condición física y salud. Adicionalmente, he conseguido reducir mucho un dolor de espalda que me acompaña desde hace tiempo”, comenta Carlos; este gran cambio ha sido posible gracias al soporte de todo el equipo del centro vigués, en especial “mi entrenador David, que ha sido un gran apoyo en todos los aspectos”.
David Gil, su entrenador y guía en la incursión hacía una vida más saludable, tenía muy claros los objetivos a conseguir cuando Carlos llegó al centro: “Incrementar sus tiempos de actividad diaria, ya no solo en las sesiones presenciales, sino con más tiempo de trabajo cardiovascular al día (caminar sobre todo); además, bajar paulatinamente su peso corporal y sobre todo sus índices de grasa visceral (que en una primera lectura podrían incluso resultar peligrosos para su salud), y mejorar sus hábitos alimentarios”, aclara.
Seis meses después, la vida de Carlos ha dado un giro total de 360º grados: 16 kilos menos, una rutina de actividad física totalmente asimilada y unos hábitos alimenticios saludables muy interiorizados; “he incorporado algo de ejercicio a mi día a día. Los días que no acudo al centro, intento hacer algún plan saludable como ir a caminar o salir de ruta en bicicleta de montaña”, comenta Carlos.
Además del evidente cambio físico, el usuario también ha experimentado una mejoría a nivel mental y emocional, ocasionada por la incorporación de unos hábitos saludables a su día a día. Decidir invertir en salud es una de las mejores decisiones que puedes tomar.
Si como Carlos, necesitas un cambio de hábitos en tu vida, ¡podemos ayudarte!
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