La dispepsia o mala digestión, como se le conoce comúnmente, es un problema que afecta a un buen número de personas, especialmente a partir de los 40 años de edad. Se calcula que entre un 25 y un 45% de la población mundial tiene problemas digestivos e intestinales que le impide tener una buena digestión.
Las prisas, el estrés, los nervios y la mala alimentación provocan los desagradables problemas que alteran la buena digestión y derivan en dolores abdominales, estreñimiento, gases o hinchazón, entre otros, desajustes que afectan a nuestro ritmo de vida y a nuestro bienestar. Sin embargo, se pueden minimizar y mejorar de manera notable con la práctica de ejercicio físico de manera regular.
6 razones por las que el ejercicio físico favorece la buena digestión
- Fortalece la musculatura: la actividad física fortalece los músculos del abdomen y estimula los intestinos, ayudando a mover de manera adecuada los alimentos a través del sistema digestivo.
- Mejora el control del apetito: el ejercicio físico provoca cambios hormonales, como la secreción de endorfinas, que contribuyen el riesgo de comer en exceso.
- Ayuda a combatir el estrés: el estrés es una de las causas de los problemas gástricos como la inflamación. Con el ejercicio físico se reduce el cortisol, «la hormona del estrés», y con ello se normaliza la función intestinal.
- Cambia la flora intestinal: el ejercicio modifica la flora intestinal para evitar enfermedades intestinales y daños en la salud digestiva, provocadas por el desequilibrio de bacterias buenas y malas.
- Mejora el metabolismo: el metabolismo con la edad se va volviendo más lento, haciendo que asimile mayor cantidad de grasa, y en consecuencia, provoca una digestión retardada y un tránsito intestinal menor. Caminar media hora después de comer contribuye a corregir estos problemas.
- Favorece el tránsito intestinal: la práctica de ejercicio físico normalizada, ayuda a regular los hábitos de evacuación y a prevenir el estreñimiento, la diverticulosis, e incluso, a disminuir el riesgo de sufrir de cáncer de colon.
Como hemos podido comprobar en este post, el ejercicio regular y constante tiene notables beneficios sobre el aparato digestivo y nos ayuda a prevenir molestias cotidianas y frecuentes.
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