Generalmente las mujeres no deben realizar ejercicios distintos, ni con menos intensidad que los hombres. Pero hay que tener en cuenta algunas consideraciones importantes a la hora de enfocar el entrenamiento:
1) La mujer puede tolerar mayor frecuencia
La capacidad para recuperación después de realizar ejercicios de alta intensidad es normalmente mayor que la de los hombres. Por lo general, ellas necesitan menos tiempo de descanso entre repeticiones y series. Los programas para mujeres deben incluir una mayor frecuencia de estímulos para aprovechar su mayor capacidad de recuperación.
2) Ellas toleran mejor el entrenamiento de la totalidad del cuerpo en cada sesión
Las mujeres suelen funcionar mejor cuando entrenan todo su cuerpo en cada sesión. Viene reforzado por la capacidad femenina de recuperarse antes. Es mejor no dividir las sesiones por zonas musculares, a no ser que se realice un entrenamiento específico por un motivo concreto.
Lo recomendable es trabajar todo el cuerpo en cada sesión, el entrenador personal se encargará de dosificar el esfuerzo para no crear demasiada fatiga o dolor al día siguiente.
3) Las mujeres y los hombres tienen diferencias anatómicas y fisiológicas que se deben tener cuenta
Muchas mujeres tienen las rodillas en X, lo que exige un cuidado técnico aún mayor en algunos ejercicios como las zancadas. Los desequilibrios musculares que aparecen en las mujeres son frecuentemente diferentes a los que se producen en los hombres. En las mujeres resulta más importante fortalecer la cadena posterior.
Las hormonas son un factor muy importante. Las mujeres apenas producen un 10 % de la testosterona que generan los hombres y ese es el motivo por el que les resulta mucho más difícil ganar masa muscular. Sus niveles hormonales fluctúan a lo largo del mes, lo que puede alterar el estado anímico y emocional.
4) Ellas tiene que darle mayor importancia al trabajo de estabilidad y fuerza que al de flexibilidad y movilidad
Generalmente las mujeres son mucho más flexibles que los hombres. Muchas son hipermóviles, tienen buena flexibilidad e incluso hiperlaxitud en ciertas articulaciones. Esta hipermovilidad se aprecia en la realización de algunos ejercicios: arquean la espalda al hacer squats, peso muerto, push up o, incluso, plancha abdominal isométrica. Por esto motivo, es fundamental aprender a controlar el “core” y mantener una posición neutra en la espalda.
Es importante centrarse en ejercicios de estabilización y activación durante el calentamiento general dinámico, más que en estiramientos estáticos o ejercicios de movilidad articular. Si se realizan los ejercicios adecuados, con rangos de movimiento completos, se conservará la movilidad articular a la vez que se añadirá estabilidad y fuerza a las articulaciones.
5) Los piernas y glúteos marcán y definen la figura
Grupos musculares muy importantes en el estado de forma. La genética ha determinado que las mujeres tienen menor masa muscular en el tronco, respecto a los hombres, como así también, son capaces de producir unos dos tercios de la fuerza de un hombre. Sin embargo, en la parte inferior del cuerpo las diferencias de fuerza son menos notorias, e incluso, si se toma en cuenta la fuerza en relación a la masa muscular de que disponen las mujeres, ésta es ligeramente superior en el sexo femenino.
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